De olivares y montañas
País de la Subbética este 10 de enero de 2018 |
Los olivares ordenados pero
salvajes. Trepando hasta no poder por las laderas de las sierras del país de la
Subbética. Abrieron los ojos maravillados pintores como José Nogué Massó, que
con su 'Paisaje de Jaén', realizado entre 1924-1925, plasmaron el encuentro de
las montañas y los olivos. Tres jornaleros aparecen en el óleo, encorvados
recogiendo el fruto, así que es invierno. Un fardo rodea al olivo, y las
aceitunas van a los capachos. La tarde ha caído, ya solo el sol ilumina las
montañas, que ocupan el tercio superior. Es la luz que reflejan esas laderas
calizas, la que reconozco en la penumbra de la sala.
'Paisaje de Jaén', de José Nogué Massó. |
Este noviembre visité la
exposición 'Visiones del mundo rural', que se mostraba en el Museo de Jaén,
perteneciente a una colección de obras de Caja Rural. Dos amplias salas con
acuarelas, tintas aguadas, grabados y óleos, sobre papel, tabla y lienzo.
Paisajes nevados, montañas y paisaje rural. Poco público en la mañana de sábado
en este espacio civilizado, donde concentrarse y pensar especialmente en esas
imágenes que los pintores recrean y que están ahí fuera: los olivares, sus
campos y sus sierras.
Me detengo especialmente en obras
como las de José Nogué, que atestiguan que las hileras de olivos no destacarían
sin el baluarte de sus montañas. El ubetense Miguel Viribay firma el óleo
'Recuerdo en atardecer' fechado entre 1989 y 1990. Nadie trabaja en los olivos,
parece que la primavera está a punto florecer con mil colores, ya está el
amarillo de los jaramagos y un frutal se ha cuajado de flores violetas. De
nuevo la luz ya solo ilumina las alturas de los montañas, entre ellas el
característico perfil molar de El Zumbel, montaña cercana a Jaén.
'Jaramagos entre olivos', Manuel Kayser. |
Ya me marcho cuando me detengo en
otra joya de esta colección: 'Jaramagos entre olivos'. Una obra bastante reciente,
firmada en 2013 por Manuel Kayser Zapata. El jiennense ha buscado el
contrapunto de un olivar de campiña que se aleja en suaves lomas, en los
llamativos amarillos del jaramagal del primer plano. Sí, hay que defender al
olivar, también hay que hacerlo con las montañas que lo rodean. Porque como
manifiestan estos artistas, que nos abren los ojos con sus obras, el paisaje de
los olivares y las montañas crea un territorio sublime, que unido, muestra
nuestra identidad.
'Recuerdo en atardecer', de Miguel Viribay. |
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