Canto VI

Águila calzada me sobrevuela en el Valle de los Fósiles.

¿Seré un aristócrata homérico? Pero sin esclavos, ya todos lo somos. Todos. Como Odiseo soy un errante, un minúsculo errante por los campos de septiembre. Campos rotos por los disparos de la temporada de caza, afición tan aristocrática. Porque parece que todos nos esforzamos solo en nuestro beneficio y ahí quedamos agotados.

Hoy el águila calzada de níveas plumas, es una ninfa dedicada a consagrar estas montañas. Como las ninfas de La Odisea con las cimas, los ríos y las fuentes. Leo la obra de Homero en discretos lugares, pequeños espacios poblados por encinas en esta inmensidad de olivares. Pequeños rincones para los libros de la mochila. A veces en el desvelo de la noche vuelvo a ellos e intento dormir arropado por el águila calzada de níveas plumas infracoberteras.