Poemas al paso

Desde la estiva del pico Comodoto los tres gigantes calizos del Pirineo envueltos por las nubes.

Necesito serenidad para sentir el gozo de la vida. Pero sé que la angustia de estos días también es vivir. He buscado palabras balsámicas que hablen de espacios abiertos y libres para amortiguar el confinamiento. Y he encontrado en el cuadernillo de agosto de 2017 unos poemillas al paso de aquellos senderos. Las impresiones de aquellos días en las montañas del Pirineo:

El perfil de esta montaña no dice nada.

Una quebrada línea sin sentido.

Los nombres lo cambian todo:

Soum de Ramond, Monte Perdido y Cilindro.

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Con los ojos donde pongo las manos.

Escucho que alguien me sisea.

Al mirar veo altivo un sarrio

justo en la collada a la

que me dirijo casi a rastras.

Aun tardo en llegar con pies y manos,

para descubrir su ausencia

y sus cagarrutas en una piedra.

Collada de punta Suelsa, donde el sarrio me dejó sus cagarrutas el 11 de agosto de 2017.