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Puerto del Cerezo |
Subida al puerto del Cerezo. Buscamos
Armeria trianoi, que en el último momento encontramos en un lugar
desalentador, el que le corresponde. Las flores ya estaban pasadas,
con la sequía y las altas temperaturas de abril la floración de
este año parece que ha sido precoz y débil. De una de las rosetas
de hojas pegadas a las calizas solo colgaba un pequeño tallo y una
sola flor aun fresca. Solo es una apreciación, pero intuyo la merma
esta temporada para la rara Armeria trianoi, que siempre nos
recordará al gran botánico Enrique Triano.
Vuelan algunas mariposas. Veo machos de
cleopatra, una hembra se posa sobre el pequeño clavel Dianthus
anticarius. Luego buscamos el pequeño manantial que hay escondido en
el puerto, de él manaba una fina y limpia corriente. Un pequeño
manantial bajo una pared de piedras bien colocadas pero tapadas por
las zarzas y los juncos. Subimos aquí una y otra vez, no nos
cansamos, pues la montaña siempre es un despertar.
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