'La gravedad y la gracia', de Simone Weil

El bosque es denso en los aforismos místicos de Simone Weil. Busca al Dios católico del sufrimiento, y yo no siempre me encuentro en sus textos de 'La gravedad y la gracia'. Pero sigo sus líneas en busca de la “plenitud de la atención al objeto”. Camino y miro, escucho y observo: “El infinito en un instante”.

La guerrillera Weil y su Dios como contrapeso de la materia, pero esa gracia bien la puede tener la belleza. “No alterarse por el sufrimiento”, pide la filósofa francesa y yo la leo y me oriento a la montaña. Pero, ¿qué es la belleza ante tanta gravedad?

“Reconocer al hermano en un desconocido, reconocer a Dios en el universo”, en eso andamos admirada Weil. “No hay que ser yo, pero menos aun hay que ser nosotros” y así atento voy a las crestas y a las pocas flores del otoño, como el Colchicum lusitanicum y este libro, editado por Trotta y traducción de Carlos Ortega.



 

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