La laguna del Duque, en la sierra de Béjar
En la sierra
de Béjar, en orientación norte, existe un claro ejemplo de la acción de los
hielos del cuaternario. Este agosto ha servido para pasear por su lecho con
toda la familia, en una excursión veraniega donde los servales muestran su
belleza, con sus racimos de frutos rojizos y los melojos nos protegieron del
sol en algunos trechos del camino. Existen dos centrales eléctricas antiguas,
de mediados del siglo pasado, con feas conducciones de agua desde las alturas
de las lagunas del Trampal y del Duque hasta las turbinas. Hasta la central del
Zaburdón, a 1.250
metros de altura, llegaron las lenguas glaciares de los
dos valles que acogen a estas lagunas. El hielo erosionó el granito de estas
montañas, creando varias cubetas en las que hoy existen unas ocho lagunas. La
más grande, por estar además represada, es la del Duque.
Partimos de la central más alta, la de la
central del Chorro, a 1.360
m . de altitud, en busca de esta laguna y su imponente
paisaje, en una excursión fácil, de 340 metros de desnivel, ideal para niños,
incluidos los de casi cuatro años, que suben sin problemas, refrescados por los
arroyuelos que atraviesan el sendero y animados por las mariposas que llaman su
atención. Tras una hora de revueltas entre zona pedregosas y de pastos se llega
a la laguna (1.620 m .),
que se muestra solo en los últimos metros. El hielo creó este paraje ocupado
hoy por la laguna, el hielo erosionó estos picos y gargantas, donde este agosto
subimos en familia.
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