El tenaz esparto

'El lector de Julio Verne' arropado por esparto.

He subido a buscar esparto, en la sierra de Aras abunda. Entre las rocas, estoico y pinchudo aguanta los fríos y las calores, con sus apretadas macollas que hoy nadie corta. He sacado de la mochila 'El lector de Julio Verne', de Almudena Grandes y lo he fotografiado junto a un cepellón de esta resistente hierba. Desde que lo leí, cada vez que paso por espartales me acuerdo de este libro y del Servicio Nacional del Esparto, y las licencias y los permisos para cortarlo durante la posguerra.

Hacían pleita trenzando las resistentes y finas hojas de esta tenaz gramínea (Macrochloa tenacissima). Recoger estas fibras vegetales era una forma de subsistencia para la que había que tener permiso. Almudena Grandes escribe esto en uno de sus episodios nacionales, episodios de una guerra interminable como fue la Guerra Civil. En este volumen escribe de la Sierra Sur de Jaén, de Fuensanta de Martos, Los Villares, Valdepeñas de Jaén, Castillo Locubín. La pobreza, la humillación, los maquis como Cencerro. La escritora no solo engrandece a esos perdedores, también honra en su escritura ese territorio montañoso, donde los olivares quedan muy abajo de las altivas cumbres.

Hoy nos falta Almudena Grandes, la recordaré siempre que me tope con el tenaz esparto.

Cepellón de esparto en la Sierra de Aras

Olivares de la Sierra Sur de Jaén desde las faldas del Jabalcuz

Valdepeñas de Jaén a los pies de La Pandera