La montaña y el hombre, de Georges Sonnier

Salir a la montaña en este mes de julio. Lo he conseguido de dos formas: un fin de semana por Sierra Nevada, y durante todos estos días con el libro 'El hombre y la montaña', de Georges Sonnier. Ambas las necesitaba, sientan bien al alma y a las piernas. Caminar y leer sobre las montañas: “el pacífico lujo del espíritu y del cuerpo que es la práctica montañera”.

El libro es enciclopédico, repasando la historia de las ascensiones, desde Petrarca al Mont Ventoux o las ascensiones de Saussure en 1769 en los Alpes, con aquella carga de geología, botánica, física y filosofía. Siguen más montañeros, dibujantes y escritores hipnotizados por la belleza de cimas como el Cervino, de Whymper y Carrel, el Mont Blanc, con Paccard o Coolidge y Mummery y de ahí al Himalaya y a los Andes. Un romanticismo instalado en la aventura, en la intemperie, en la verticalidad y los elementos desatados, para pasar a un alpinismo deportivo y de proezas con ayuda de la técnica y nuevos materiales.

Georges Sonnier también nombra a mujeres montañeras: Lucy Walker, Claudia Brevoort, Misss Straton o Loulou Boulaz. Pero no se detiene en sus vivencias y aventuras. 'La montaña y el hombre', editado por Libros del Lince, con traducción de Federico Revilla, con numerosas fotografías en blanco y negro, debería haber llevado el nombre, que en el propio texto ya aparece: 'La montaña humana'. Es un bello texto de los años 70 del pasado siglo y una magnífica edición de hace tres años. “¡Nada tan precioso como lo inútil!”