Por Los Mulares

La belleza austera de estos terrenos secos se hace visitable en días como hoy. Solo a partir de la una de la tarde se alcanzan los 29 grados. Hoy 11 de octubre la mañana ha sido agradable en este veranillo del membrillo. He subido con la bici a ver algunas flores típicas del otoño, como el Colchicum lusitanum, también hay Biarum carratracense o Scilla autumnalis, aunque esta última está comenzando a abrir sus flores violetas.

Tarabilla común, macho.

Cayeron unos litros el 2 de octubre y hay que retrotraerse has la segunda semana de mayo para recordar otro día de lluvia. Así han vivido estas plantas, las herbáceas secas y maltrechos los árboles y arbustos, que son puro ingenio para aguantar la larga sequía estival. Algún rosal, que ha perdido buena parte de las hojas, también el espino majoleto está bastante deshojado.

Pardillo, hembra.

Las encinas son resistentes, estoicas ennoblecen con su porte estos terrenos altos y solitarios de las sierras Subbéticas. Se trata de amplios cerros que rondan los 700 u 800 metros de altitud. Salpicados de rocas calizas, pedregosos y con poco suelo. La densa sombra que dan los chaparros me permite fotografiar algunos pájaros especialistas de estos terrenos, delicados paseriformes como la tarabilla o el pardillo. Las enhiestas ramitas del majuelo les sirven de posadero y a mi esta soledad de honesta admiración.

Los Mulares, cerca de Llanos de don Juan, Subbética cordobesa.