Una belleza escasa

Río Tiétar el 3 de enero.

Los helechos son una belleza escasa en mi comarca, así que cuando visito territorios más agraciados en estas fascinantes plantas aprovecho para recolectar algunos frondes y luego estudiarlos hasta llegar a la poética de sus nombres científicos. Tan antiguos (300 millones de años) como silenciosos. No tienen flores y nadie que les zumbe al rededor. El mismo aire es su aliado. Las nieblas de hoy parece que les favorece, también el río Tiétar cercano y la mole de Gredos encima nuestra solo presentida en un día así.

Por la senda de los pescadores, que parte del bello Arenas de San Pedro, caminamos durante 11 kilómetros entre pinos resineros, brumas y el magnífico Tiétar, vivaz entre bolos graníticos. Dibujo algunos detalles que me ayudan en su determinación: Cystopteris diekieana y Asplenium onopteris. Dice Wittgenstein que el mundo del feliz es otro que el del infeliz, y este que ahora escribo y fotografié tiene el poder de hacerte feliz.