En la mochila las lecturas

Hielo en la zona del abrevadero de El Espino.

 Los textos de la viajera Patricia Almarcegui recorren oriente en su 'Conocer Irán'. Como escribe, son consecuencia no de una distancia, sino de una emoción. Viajar es una reescritura, de los libros leídos. “¿Quién no ha viajado con un libro en las manos y ha compartido lo que ve con lo que está escrito?”. Y en esas estancias para admirar alfombras persas, degustar un té, un puñado de pistachos o las ruinas de Persépolis, la viajera “no ve, sino que recuerda; no siente, sino que proyecta lo que ya conoce”. Hoy el viaje solo lo pueden relatar las mujeres, aunque “a una mujer que camina sola siempre la siguen”. Así son sus viajes.

Textos inspiradores los de 
Patricia Almarcegui.

No hay distancia, hay emoción. Y en mis pequeños viajes, mis excursiones del mundo minúsculo, busco esa emoción. Practico la sensibilidad alimentada por libros. Y no hay nada como los libros en la mochila. Esas lecturas que en las paradas del camino se abren para mezclarse con el paisaje, para inspirar y proporcionar vivencias y percepciones diferentes de un lugar transitado con frecuencia. Una nueva estética de aquello que conocemos por su cercanía pero que la luz, las nubes o la flor cambia y lo hace irrepetible. Vuelvo a repetir: “¿Quién no ha viajado con un libro en las manos y ha comparado lo que ve con lo que está escrito”, nos recuerda Almarcegui, ella en Irán, yo aquí.

Paña Jaén, el 5 de diciembre 2021.

El hielo nos cerró el camino al pico Mágina el pasado 5 de diciembre.