Volver a Messner

“En este mundo complejo y gastado, vivir en las montañas es como un punto focal para mis esperanzas, y de este modo me sosiego cada vez más”. Lo escribe Reinhold Messner en uno de sus libros, donde reconoce que cuando dejó de desear más y más cumbres “vino más paz a mi vida”. Habitando las montañas como granjero, como curioso pudo llegar a “encontrar al menos una fracción de la inmensidad, la calma y la armonía”.

Creo que es un pensamiento común de soledad beneficiosa, de conocimiento de uno y libertad, que está en todos los libros de montaña que he leído. Quizá ahí, en la altura donde se abre el paisaje, sólo se pueda pensar solo. La montaña es la habitación perfecta. Pero también, sus puertas abiertas de par en par permiten el compañerismo y el pensamiento profundo del nosotros.

No sé. Es bella esa flor de nieve que fotografié el verano pasado en las verticales paredes de Pineta. En aragonés es flor de nieu o pie de león. En todo el mundo es el edelweis (Leontopodium alpinum). Vuelvo a Messner: “Para mí el alpinismo no es, al menos de un modo primario, una huida de las insoportables condiciones de la sociedad industrial occidental. El alpinismo significa vivir para mí mismo...”. Deseo reencontrarme pronto en las montañas.